El futuro de la ciberseguridad FinTech según el estándar OCC

El futuro de la ciberseguridad FinTech según el estándar OCC

El futuro de la ciberseguridad FinTech según el estándar OCC

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✨RESUMEN EJECUTIVO

El reporte publicado en julio de 2025 por la Office of the Comptroller of the Currency (OCC) de los EE. UU. proporciona un panorama estratégico y técnico sobre las amenazas cibernéticas actuales y emergentes que enfrenta el sistema financiero global. Aunque está centrado en la supervisión de bancos estadounidenses, sus hallazgos y recomendaciones son altamente relevantes para el ecosistema FinTech mexicano, especialmente para aquellas startups que fungen como proveedores de servicios tecnológicos a instituciones financieras reguladas.

El informe destaca la urgencia de una vigilancia continua ante ataques de ransomware, DDoS, toma de control de cuentas, riesgos en la cadena de suministro y amenazas geopolíticas. Además, identifica riesgos emergentes derivados de tecnologías como la inteligencia artificial y la computación cuántica, y reafirma la necesidad de prácticas fundamentales de ciberseguridad: autenticación multifactor, gestión de parches, hardening, evaluación de terceros y notificación oportuna de incidentes.

📌 TAKEAWAYS CLAVE

●      La ciberseguridad no es un valor agregado, sino una condición mínima para operar en el sistema financiero global: el reporte del OCC enfatiza que la resiliencia operativa y la gestión de riesgos cibernéticos ya no son elementos diferenciadores, sino requisitos indispensables para cualquier entidad que aspire a integrarse —directa o indirectamente— a la cadena de valor financiera.

●  Las FinTech deben evaluar no sólo su exposición a terceros, sino también el riesgo que representan como proveedores: al ser también parte de la cadena de suministro digital de bancos y otras instituciones, las FinTech deben adoptar mecanismos formales de evaluación y gestión de ciberseguridad que sean auditables y alineados con estándares reconocidos.

●  Adopción de marcos estandarizados: el OCC recomienda explícitamente que instituciones financieras y sus proveedores (incluyendo FinTechs) alineen sus programas de ciberseguridad con marcos como NIST-CSF y FFIEC IT Handbook[1]. Aunque no es obligatorio por ley, los bancos regulados por el OCC lo exigen a sus proveedores como requisito operativo, convirtiéndolo en un estándar de facto para participar en el sistema financiero estadounidense.

●  Monitoreo proactivo e inteligencia colaborativa son esenciales: la vigilancia continua y el involucramiento en espacios como FS-ISAC y CISA[2] permiten acceder a alertas tempranas y coordinar respuestas ante incidentes, lo cual es especialmente relevante en un entorno geopolítico y tecnológico volátil.

📊Dato destacado: el OCC supervisa 1,040 bancos nacionales y asociaciones de ahorro federales (federal savings associations), que administran el 66% de los activos bancarios totales de EE. UU. Sus estándares de ciberseguridad (ej. NIST-CSF, FFIEC IT Handbook) son la referencia clave para la supervisión y se han convertido en un estándar de facto para estas instituciones y sus proveedores tecnológicos.

CONTEXTO

El ecosistema FinTech mexicano se encuentra en una etapa de consolidación y acelerada diversificación. Actualmente, operan cerca de 1,000 empresas FinTech activas en el país, y el sector mantiene un crecimiento anual estimado del 20 %, impulsado por la digitalización, la inclusión financiera y la demanda de servicios más ágiles. Más de 70 millones de personas ya utilizan soluciones FinTech en México, con una proyección de alcanzar los 86 millones de usuarios y usuarias para 2027, de acuerdo con el Reporte FinTech 2025 de la Asociación FinTech México.

[1]  NIST-CSF (National Institute of Standards and Technology – Cybersecurity Framework): marco de ciberseguridad desarrollado por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU., ampliamente utilizado a nivel internacional para evaluar, gestionar y mejorar la postura de seguridad cibernética de organizaciones públicas y privadas.

FFIEC (Federal Financial Institutions Examination Council): consejo interinstitucional de agencias regulatorias bancarias en EE. UU. que emite lineamientos para supervisar la seguridad informática, la gestión de riesgos y la resiliencia operacional en instituciones financieras.

[2] FS-ISAC (Financial Services Information Sharing and Analysis Center): organización internacional sin fines de lucro, compuesta por instituciones del sector financiero global, que facilita el intercambio seguro de inteligencia sobre amenazas cibernéticas.

CISA (Cybersecurity and Infrastructure Security Agency): agencia federal del gobierno de Estados Unidos responsable de coordinar la protección de infraestructura crítica, incluyendo la ciberseguridad del sistema financiero.

A medida que más empresas ofrecen servicios de pagos, crédito, seguros, gestión de patrimonio y activos digitales, la interconexión con bancos tradicionales, instituciones financieras reguladas y terceros tecnológicos se ha intensificado. Esta sinergia —aunque estratégica para la innovación— también amplía las superficies de ataque cibernético y eleva el nivel de exposición a incidentes de seguridad, lo que exige un enfoque cada vez más estructurado y proactivo en materia de ciberseguridad.

El informe del OCC 2025, publicado apenas en el mes de julio, llega en un contexto de amenazas crecientes, donde el propio reporte confirma que ataques como el ransomware continúan aumentando en frecuencia y severidad, los ataques DDoS se mantienen como una táctica persistente y los incidentes de toma de cuentas se han vuelto más sofisticados, utilizando IA para amplificar el phishing y crear deepfakes de voz.

Aunque dicho marco regulatorio aplica directamente a bancos estadounidenses, su relevancia para las FinTech mexicanas es clara por dos razones:

  1. Competitividad internacional: las FinTech que adoptan desde ahora prácticas alineadas con estándares como los del OCC —incluyendo autenticación multifactor, gestión de riesgos de terceros, resiliencia operativa y marcos como el NIST-CSF— tienen mayores oportunidades para escalar a mercados como EE. UU. o atraer inversión extranjera, al demostrar cumplimiento anticipado.


  2. Interdependencia sistémica: en un entorno digital globalizado, los incidentes cibernéticos no reconocen fronteras. Las recomendaciones del OCC ayudan a las FinTech a fortalecer su postura de seguridad no sólo por cumplimiento, sino como parte activa de una cadena de valor financiera cada vez más interconectada y vulnerable.

En México, el marco regulatorio para ciberseguridad en el sector FinTech se establece principalmente en la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera. Dicha ley exige a estas instituciones, desde su solicitud de autorización, contar con "medidas y políticas en materia de control de riesgos operativos, así como de seguridad de la información" para la "prevención de fraudes y ataques cibernéticos". Además, faculta a las autoridades a emitir disposiciones de carácter general sobre administración de riesgos y seguridad de la información para preservar el correcto funcionamiento de las ITF.[3]

Si bien la ley no especifica estándares técnicos particulares, sí faculta a la CNBV para emitir las "disposiciones de carácter general" necesarias para preservar la "estabilidad financiera", uno de los principios rectores del marco legal. En la práctica, esto se ha traducido en lineamientos y una supervisión que promueven la adopción de buenas prácticas de gestión de riesgos tecnológicos consistentes con estándares internacionales.

El reporte publicado por la Office of the Comptroller of the Currency (OCC) es una referencia clave para entender las expectativas regulatorias que se avecinan y alinear desde hoy las prácticas de ciberseguridad de las FinTech mexicanas con los estándares más exigentes a nivel internacional.

ANÁLISIS PRINCIPAL

 

●      Principales amenazas para el sistema financiero según el OCC

➔    Ransomware: de amenaza directa a riesgo sistémico

El reporte del OCC es contundente al identificar el ransomware no solo como un ciberataque disruptivo y destructivo, sino como una amenaza cuya frecuencia y severidad continúan en aumento, afectando a organizaciones de todos los tamaños, incluido el sector financiero. El análisis va más allá y señala una evolución clave en el modelo de ataque: la consolidación del "ransomware-as-a-service" (RaaS). Este esquema permite a las y los desarrolladores de malware licenciar su uso a otros cibercriminales (afiliados), democratizando el acceso a herramientas sofisticadas y ampliando drásticamente el universo de atacantes potenciales.

Aquí es donde el análisis se vuelve crucial para el ecosistema mexicano. El OCC subraya que los actores de ransomware no solo apuntan a los bancos directamente, sino de forma creciente a sus proveedores de servicios y de software de terceros. Para una FinTech mexicana, esto significa que su rol como proveedor tecnológico de un banco la convierte automáticamente en un vector de ataque de alto valor para las y los ciberdelincuentes que buscan impactar al sistema financiero. La resiliencia de una FinTech no es, 

[3] Ley Fintech, Artículos 39 y 48.

por tanto, un asunto aislado, sino un componente crítico de la seguridad de toda la cadena de valor financiera en la que participa.

Asimismo, el reporte destaca que la extorsión cibernética ha evolucionado: las y los atacantes no sólo cifran datos, sino que también exfiltran información sensible y amenazan con publicarla para forzar pagos.

Para las FinTech, que manejan datos transaccionales y de identidad de clientes, esto implica no solo disrupción operativa, sino también riesgos reputacionales y regulatorios. El OCC advierte que estos ataques suelen iniciarse con phishing o robo de credenciales, lo que exige mayor capacitación al personal y controles de acceso.

➔    Riesgos en la cadena de suministro: las FinTech como perímetro de seguridad

El reporte del OCC destaca que los ataques a proveedores de servicios ya no son solo un riesgo operativo, sino una amenaza sistémica para el sector financiero. Las y los cibercriminales explotan vulnerabilidades en sistemas de TI y software de terceros ampliamente utilizados, lo que permite ataques masivos que afectan a bancos, agencias gubernamentales y sus proveedores simultáneamente. El documento advierte que estos incidentes —como brechas de seguridad en herramientas legítimas de mantenimiento que son aprovechadas para distribuir malware— subrayan la necesidad de que las FinTech fortalezcan sus controles, dado su rol crítico en la cadena de valor financiera.

Este es el punto de mayor trascendencia para las FinTech mexicanas. El informe del OCC no solo advierte que la dependencia en terceros introduce riesgos operativos, sino que revela una paradoja clave: cuanto más crítico es el rol tecnológico de un proveedor, más central se vuelve para la resiliencia sistémica.

Las FinTech son arquitectas de la infraestructura financiera del siglo XXI. El documento enfatiza que los bancos deben gestionar riesgos en relaciones con terceros, pero omite un hecho crucial: la innovación FinTech —desde APIs abiertas hasta blockchain— está redefiniendo los estándares de seguridad proactiva que el propio OCC promueve (por ejemplo, autenticación avanzada, monitoreo de amenazas, etc.).

Para México, esto implica una oportunidad única: las FinTech pueden liderar la adopción de frameworks de ciberseguridad más ágiles que los de la banca tradicional, convirtiendo lo que el OCC ve como 'riesgo' en una ventaja competitiva regional. La clave está en escalar buenas prácticas —como las mencionadas en el reporte— sin replicar modelos heredados.

●      Recomendaciones estructurales del OCC: oportunidades para las FinTech mexicanas

Adopción de marcos de ciberseguridad (NIST CSF):

El OCC posiciona al NIST CSF como el estándar de facto para la supervisión cibernética, destacando que su propio programa de evaluación se alinea con este marco. Para las FinTech mexicanas, esto no solo sugiere la adopción de dicho estándar, sino que abre una oportunidad para liderar su evolución. El reporte del OCC ya identifica amenazas emergentes como el uso de IA para fraudes con deepfakes de voz; sin embargo, los marcos tradicionales aún no detallan controles específicos para estos nuevos vectores de ataque.

Para México, la ventana estratégica es clara: desarrollar una "extensión" del CSF adaptada a los riesgos de LatAm, que formalice controles contra estas tácticas de suplantación de identidad basadas en IA. Ofrecer un cumplimiento alineado a un "CSF ampliado" se convertiría en un poderoso diferencial competitivo frente a la banca tradicional y otros actores del sector.

➔    Autenticación Multifactor (MFA):

El documento es contundente: el MFA ya no es opcional, sino la línea base contra ataques a credenciales. Curiosamente, el OCC no profundiza en métodos biométricos o behavioral analytics, que muchas FinTech mexicanas ya implementan.

Aquí yace una paradoja regulatoria: mientras el OCC exige MFA básico, las FinTech podrían saltar a autenticación poscontraseña, usando su agilidad para superar a los bancos en UX segura. Esto reduciría riesgos como el phishing y posicionaría a México como hub de identidad digital.

➔    Gestión de parches y configuración segura:

El OCC advierte que los sistemas legados crean "riesgos injustificados", pero no cuestiona por qué persisten. La razón subyacente: la banca tradicional prioriza estabilidad sobre seguridad, mientras las FinTech —con stacks tecnológicos modernos— tienen ventaja para implementar parches ágiles.

El mensaje para México es claro: la obsolescencia tecnológica ya no es excusa. Dado que el OCC identifica la gestión de parches como una medida de seguridad fundamental y una preocupación supervisora constante, las FinTech deben documentar rigurosamente sus ciclos de actualización y convertirlos en un argumento comercial frente a bancos que operan con sistemas legados.

➔    Notificación de incidentes y el umbral de materialidad

La regla del OCC para proveedores de servicios, descrita en el reporte, establece un claro umbral de materialidad: se debe notificar a los clientes bancarios sobre cualquier incidente que cause una interrupción material del servicio de cuatro o más horas. Si bien la notificación debe realizarse "tan pronto como sea posible" una vez cruzado este umbral, el requisito se activa por la duración del impacto, reflejando una tendencia regulatoria global donde la transparencia es el nuevo estándar de confianza.

Sin embargo, el reporte ignora un dilema clave: para poder detectar y evaluar de forma fiable si un incidente alcanzará este umbral de 4 horas, se requiere una inversión significativa en monitoreo proactivo y capacidades de respuesta, un desafío considerable para FinTechs o startups con recursos más limitados.

Para el ecosistema local, este desafío normativo implica una clara oportunidad de negocio para crear servicios especializados: desde Centros de Operaciones de Seguridad (SOCs) asequibles y adaptados a las necesidades de FinTechs, hasta el desarrollo de APIs estandarizadas para la generación de reportes automatizados. De esta manera, México podría no solo cumplir con estándares internacionales, sino también exportar soluciones de cumplimiento ágil.

IMPLICACIONES

Impacto para el ecosistema Fintech:

●      Las FinTech como eslabón crítico en la seguridad sistémica: el reporte del OCC establece que los ataques a proveedores de servicios financieros ya no son un riesgo aislado, sino una amenaza a la estabilidad del sistema. Esto redefine el papel de las FinTech mexicanas: no son sólo innovadoras, sino guardianes de la resiliencia financiera.

●      Cybersecurity as a Service: el OCC enfatiza la gestión de riesgos en la cadena de suministro, incluyendo la supervisión de proveedores de servicios críticos. Esto abre una oportunidad para que las FinTech especializadas ofrezcan modelos de "seguridad como servicio", como el monitoreo de amenazas compartido, para otras entidades del sector —incluyendo a sus pares en el ecosistema FinTech— que buscan cumplir con estándares de clase mundial sin replicar la infraestructura de un gran banco.

●      Mapa de riesgos geopolíticos adaptado a LatAm: tomando como base la categoría de "amenazas geopolíticas" identificada por el OCC como un riesgo clave, las FinTech mexicanas deben crear su propio mapa de riesgos. Este debe adaptarse a las realidades de Latinoamérica, incluyendo actores no estatales como el crimen organizado cibernético, un factor que el reporte estadounidense no contempla.

Oportunidades:

El rigor del OCC no es una barrera, sino un trampolín para FinTech mexicanas que quieran competir globalmente. La oportunidad está en:

  1. Certificarse para generar confianza y acelerar negocios: adoptar y certificarse proactivamente en los marcos que el OCC usa como referencia (como el NIST CSF) funciona como un "pasaporte de confianza". Esto simplifica la debida diligencia que exigen los bancos, acelera los ciclos de venta y demuestra madurez operativa ante la creciente supervisión de los reguladores sobre los proveedores tecnológicos.


  2. Innovar en Seguridad como Servicio: los desafíos regulatorios, como los umbrales de notificación de incidentes o la gestión ágil de parches, son oportunidades de negocio. Las FinTech pueden crear e integrar soluciones de seguridad proactiva —como plataformas de monitoreo (SOC) como servicio— que resuelven problemas que la banca tradicional, con sus sistemas legados, no puede abordar con la misma agilidad.

Riesgos:

Para las FinTech mexicanas, un desfase respecto a estas expectativas globales conlleva riesgos tangibles que van más allá de un simple incidente técnico:

  1. Exclusión de la cadena de valor financiera: el riesgo más inmediato es comercial. El reporte del OCC es explícito al señalar que los reguladores realizan examinaciones directas a los proveedores de servicios críticos y que los informes resultantes se comparten con sus clientes bancarios. Una evaluación deficiente en ciberseguridad puede llevar a la pérdida de contratos y a ser vetado como proveedor. A nivel local, una falla de seguridad grave puede ser motivo para la revocación de la licencia para operar como ITF, según lo estipulado en la Ley Fintech.


  2. Conflictos regulatorios por innovación irresponsable: el uso de tecnologías emergentes sin los controles adecuados es un foco rojo para los reguladores. El reporte del OCC advierte específicamente que la Inteligencia Artificial ya es utilizada por atacantes para amplificar fraudes y desarrollar nuevo malware. En México, implementar soluciones de IA sin una robusta gobernanza de riesgos puede contravenir directamente la Ley Fintech, que exige a las instituciones contar con políticas efectivas para la administración de riesgos operativos y la prevención de fraudes. Un uso irresponsable podría derivar en sanciones por fallas en los controles internos o por generar información que induzca al error, un riesgo inherente en modelos de IA no supervisados.

Consideraciones regulatorias:

●      Si bien la Ley Fintech ya establece en México un marco robusto para la ciberseguridad, la tendencia global, evidenciada por el enfoque del OCC, apunta hacia una supervisión cada vez más granular y proactiva. Es previsible que las autoridades mexicanas continúen fortaleciendo la regulación, con un posible foco en la gestión de riesgos en la cadena de suministro tecnológico y la consistencia con marcos internacionales. Para el ecosistema FinTech, anticiparse a esta evolución, adoptando desde ahora estas mejores prácticas, no es solo una medida de cumplimiento, sino una estrategia de negocio fundamental para la competitividad y la resiliencia a largo plazo.

CONCLUSIÓN

El reporte del OCC puede ser interpretado como una hoja de ruta. Para las FinTech mexicanas, confirma que la ciberseguridad ha trascendido el ámbito técnico para convertirse en un pilar estratégico de negocio. En un ecosistema financiero donde la confianza se basa en la resiliencia y donde cada FinTech es un eslabón crítico en la cadena de suministro, alinearse con las mejores prácticas globales ya no es una opción, sino una condición indispensable para la competitividad, el acceso a nuevos mercados y la sostenibilidad a largo plazo.

Ante este desafío colectivo, es fundamental una respuesta coordinada. La Asociación FinTech México asume aquí un papel protagónico como el interlocutor clave de la industria. Es el espacio idóneo para facilitar un diálogo constructivo con las autoridades sobre la evolución de la normativa, para impulsar la creación de estándares sectoriales que eleven la calidad de todo el ecosistema, y para fomentar una cultura de inteligencia colaborativa. Este enfoque unificado será esencial para fortalecer la resiliencia y la reputación global de la industria FinTech de nuestro país.

RECURSOS ADICIONALES

Referencias principales:

●      Cybersecurity and Financial System Resilience Report (OCC):

https://www.occ.gov/publications-and-resources/publications/cybersecurity-and-financial-system-resilience/index-cybersecurity-and-financial-system-resilience-report.html

●      Reporte FinTech 2025 (Asociación FinTech México):

https://www.fintechmexico.org/reporte-fintech-2025