✨RESUMEN EJECUTIVO
A pesar del crecimiento del ecosistema cripto en América Latina, la participación femenina sigue siendo limitada. En México, solo el 26 % de quienes usan criptoactivos son mujeres, una cifra que no ha mostrado avances significativos en el último año. El reporte Panorama Cripto en América Latina 2024 de Bitso, empresa de la membresía de la Asociación FinTech México, presenta hallazgos que vinculan factores como la educación financiera, la edad y la disposición al riesgo con una mayor participación de mujeres en el ecosistema. En particular, destaca que, en el segmento de mujeres mayores de 65 años, la proporción de usuarias alcanza el 43 %, lo que podría explicarse por una mayor libertad económica y un interés por diversificar sus inversiones más allá de los instrumentos tradicionales.
Además, el reporte señala un crecimiento en la sofisticación de las personas usuarias a lo largo del tiempo, posiblemente vinculado a una mayor educación financiera y al uso más intensivo de herramientas tecnológicas. Asimismo, destaca que el trading de activos de mayor riesgo en México tiene una sobrerrepresentación masculina, lo que podría reflejar una mayor aversión al riesgo entre las usuarias, sin que ello implique necesariamente una menor comprensión de los criptoactivos.
TAKEAWAYS CLAVE
● Persistente brecha de género en México: la participación femenina en el ecosistema cripto mexicano se mantuvo en 26 % en 2024, sin avances respecto al año anterior, reflejando una disparidad estructural que aún no logra revertirse.
● Adopción casi paritaria en edad de 65 años o más: en el segmento de mujeres de 65 años o más, la adopción de criptomonedas alcanzó el 43 %, lo que el reporte asocia a una mayor educación financiera, libertad económica y disposición a diversificar inversiones.
● Mayor sofisticación asociada a educación financiera: el uso creciente de plataformas más especializadas y la diversificación en portafolios indican una evolución en la sofisticación de las personas usuarias, atribuida en parte a mayores niveles de educación financiera y experiencia acumulada.
● Diferencias en perfil de riesgo por género: el reporte documenta una sobrerrepresentación masculina en el trading de activos de mayor riesgo, lo cual podría estar vinculado a una mayor aversión al riesgo por parte de las usuarias mexicanas, sin que esto implique una falta de conocimiento técnico.
● Oportunidad para el ecosistema FinTech: desarrollar estrategias de educación financiera con enfoque de género, así como diseñar productos que consideren diferentes perfiles de riesgo, representa una oportunidad concreta para ampliar la inclusión financiera a través de herramientas cripto.
Dato destacado:
La diversificación como reto: en 2024, sólo un 26% de los usuarios en América Latina tenía portafolios con cuatro o más criptoactivos, lo que evidencia un amplio margen para fortalecer la educación sobre gestión de riesgo y la sofisticación de uso, particularmente entre mujeres.
CONTEXTO
En el ecosistema FinTech mexicano, el uso de criptomonedas ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años, impulsado por factores como el aumento de flujos internacionales —especialmente remesas— y la consolidación de un ecosistema digital cada vez más maduro. De acuerdo con el reporte Panorama Cripto en América Latina 2024 de Bitso, México ya supera los 4 millones de personas usuarias cripto, registrando un crecimiento del 13 % tan solo en 2024. Entre los activos más populares se encuentran bitcoin y USDT, aunque también se observa un mayor interés por altcoins y memecoins, lo que refleja una creciente sofisticación entre las personas usuarias.
No obstante, dicho crecimiento aún enfrenta importantes desafíos en términos de inclusión. La participación femenina en el universo cripto en México se mantiene estancada en 26 %, frente a un 74 % de participación masculina, lo que pone en evidencia una marcada brecha de género que debe ser atendida de manera prioritaria por el sector FinTech.
Sin embargo, un análisis crítico de los datos del reporte hace necesario ir más allá de la cifra principal y a deconstruir la naturaleza de esta brecha. Por ejemplo, uno de los hallazgos más reveladores es cómo la edad redefine la participación femenina. En el segmento de personas de 65 años o más, la proporción de usuarias se dispara hasta un 43%, acercándose más a la paridad. Este dato sugiere que la brecha podría estar más ligada a barreras socioeconómicas y educativas que se diluyen con el tiempo y la madurez financiera, que a una falta de interés inherente por la tecnología o los activos digitales.
Otro eje de análisis fundamental es el comportamiento de inversión. El reporte indica que en México existe una sobrerrepresentación masculina en el trading de activos de mayor riesgo. Esto, más que apuntar a una menor comprensión del mercado por parte de las mujeres, podría reflejar una mayor aversión al riesgo o distintas estrategias de inversión. Esta diferencia en el apetito por el riesgo es una señal directa para el ecosistema FinTech sobre la necesidad de diversificar la oferta. La conversación no debe girar únicamente en torno al trading, sino también sobre el uso de criptoactivos para el ahorro, la inversión a largo plazo y la protección patrimonial, casos de uso que pueden resonar con un público más amplio y con diferentes perfiles.
Por lo tanto, el contexto actual nos plantea una doble realidad: por un lado, un mercado cripto vibrante y en expansión; por otro, un modelo de crecimiento que aún no logra integrar plenamente a las mujeres. No se trata solo de atraer a más usuarias, sino de diseñar productos, estrategias de comunicación y programas de educación financiera que reconozcan y atiendan estas complejidades, transformando la inclusión de una meta aspiracional a una estrategia de negocio fundamental.
La gráfica sobre diversificación de portafolios cripto evidencia un margen de sofisticación aún limitado, pero también una oportunidad concreta para impulsar la educación financiera enfocada en la gestión de portafolios, particularmente entre mujeres, cuya participación puede fortalecerse al fomentar estrategias de diversificación informada. Fuente: Bitso.
ANÁLISIS PRINCIPAL
● Más allá de la edad: la autonomía financiera como llave de la inclusión
Como se ha mencionado, uno de los datos más reveladores y contraintuitivos del reporte Panorama Cripto en América Latina 2024 es la relación entre la edad y la participación femenina en el ecosistema. Mientras la cifra general de usuarias en México es de un 26%, en el segmento de mujeres de 65 años o más, esta participación casi se duplica, alcanzando un notable 43%. La interpretación superficial podría atribuir esta diferencia exclusivamente a una mayor educación financiera acumulada con los años. Sin embargo, limitar el análisis a ese único factor sería simplificar un fenómeno mucho más complejo y perder de vista el verdadero motor de la inclusión: la autonomía financiera.
Por lo tanto, la variable crítica no es solo el conocimiento, sino la capacidad real de actuar a partir de él. La autonomía financiera, entendida como la combinación de ingresos disponibles, control sobre las propias finanzas y una visión de inversión a largo plazo, es una condición que, para muchas mujeres, se consolida en etapas más maduras de la vida. Es razonable pensar que mujeres en este grupo de edad, habiendo potencialmente cubierto grandes gastos como hipotecas, dispongan de mayor libertad económica y de un capital que les permita explorar nuevas clases de activos sin la presión de la liquidez inmediata que enfrentan generaciones más jóvenes.
Por lo tanto, la menor participación de mujeres jóvenes podría no deberse a una falta de interés o de conocimiento, sino a un conjunto de barreras económicas contextuales. El desafío para ellas no es necesariamente comprender qué es una stablecoin, sino tener los recursos sobrantes para invertir en uno después de cubrir sus gastos fijos.
Para el ecosistema FinTech, esta distinción es fundamental. La lección no es simplemente crear más contenido educativo genérico. El verdadero reto es diseñar productos y soluciones que construyan y aceleren la autonomía financiera en todas las etapas de la vida de las mujeres. Esto implica desarrollar herramientas de microinversión, planes de ahorro programado en activos digitales o plataformas que no solo expliquen la tecnología, sino que además ofrezcan rutas claras para integrar estos activos en un plan financiero personal, sin importar si el capital inicial es grande o pequeño. La verdadera inclusión no llegará solo con la información, sino con herramientas que empoderen la acción.
La participación femenina en criptomonedas se mantiene consistentemente baja en toda la región, representando apenas 1 de cada 4 usuarios a pesar de ligeras variaciones entre países. Fuente: Bitso.
La otra cara de la brecha: de la educación a la confianza
Si bien la autonomía financiera es la llave que abre la puerta a la inversión, la educación financiera es la que otorga la confianza para girar esa llave y cruzar el umbral. El ecosistema cripto, como cualquier tecnología emergente, puede presentar ciertos retos iniciales: desde conceptos técnicos poco familiares hasta una dinámica de mercado caracterizada por su variabilidad. Más que obstáculos, estos elementos representan una oportunidad para fortalecer las habilidades financieras de las personas usuarias. En este contexto, la educación no debe entenderse únicamente como el conocimiento teórico de qué es blockchain, sino como la construcción de una confianza informada que permita participar de manera segura, responsable y activa en este sector innovador.
El reporte de Bitso muestra que, a medida que los usuarios (en general) ganan experiencia, su comportamiento se sofistica, migrando de conversiones simples a herramientas de trading más complejas. Este es un claro indicador de cómo la experiencia práctica —una forma de autoeducación— se traduce en mayor confianza y en un uso más avanzado de las herramientas. Si las mujeres, por las razones de aversión al riesgo ya mencionadas, tienen un punto de entrada más cauteloso, es lógico que su camino hacia esa sofisticación sea distinto.
Aquí es donde el análisis crítico debe afinarse. La "brecha educativa" no implica que las mujeres no quieran aprender; implica que el formato y el enfoque de la educación disponible pueden no estar conectando con ellas. Muchos recursos en el ecosistema cripto se centran en estrategias de trading y en narrativas de alto rendimiento, lo cual responde a perfiles con mayor tolerancia al riesgo y objetivos de corto plazo. Si bien esta es una faceta legítima y valiosa del mercado, puede no resonar con quienes buscan herramientas para construir patrimonio de manera sostenida y segura en el tiempo. El desafío está en diversificar los enfoques educativos para que todas las personas —independientemente de su perfil de riesgo o experiencia previa— encuentren información útil, accesible y relevante para su contexto financiero.
Por lo tanto, el reto para el sector FinTech es doble y está interconectado:
Ambas vertientes forman un ciclo: sin dinero para experimentar es difícil ganar confianza práctica; sin confianza, es poco probable que se destine dinero a un activo percibido como complejo y riesgoso. Romper este ciclo requiere un esfuerzo consciente y estratégico del ecosistema para ofrecer no solo productos accesibles que fomenten la autonomía, sino también una educación inclusiva, centrada en la seguridad y en la construcción de confianza a largo plazo.
IMPLICACIONES
El análisis de la brecha de género en el ecosistema cripto mexicano, a través de los lentes de la autonomía financiera y la confianza, abre una serie de implicaciones clave para el sector FinTech.
Impacto en el ecosistema FinTech
La inclusión de más mujeres en el uso de criptoactivos tiene el potencial de diversificar la base de usuarios y promover productos y servicios más inclusivos. Un ecosistema más equilibrado en términos de género puede traducirse en una mayor penetración de mercado y en modelos de negocio más sostenibles y representativos.
Para avanzar hacia ese ecosistema más inclusivo y representativo, es fundamental identificar áreas clave de acción que permitan eliminar barreras y ampliar las oportunidades para todas las personas usuarias:
● Diversificación de casos de uso: es necesario que las plataformas FinTech continúen desarrollando y promuevan con mayor énfasis productos orientados a la construcción de patrimonio a largo plazo. Esto incluye herramientas para el ahorro programado en criptoactivos, soluciones de microinversión que minimicen el capital inicial requerido, y el fortalecimiento de casos de uso como las remesas, un impulsor clave en México.
● Educación financiera para la confianza: el contenido educativo debe priorizar la seguridad, la gestión de riesgos y la visión a largo plazo. Esto genera una confianza sostenible. Al hacerlo, el sector no solo atraerá a más mujeres, sino que fomentará una base de usuarios más resiliente y comprometida.
Consideraciones regulatorias
Aunque el marco legal mexicano reconoce la inclusión financiera como una prioridad, aún no se han establecido mecanismos regulatorios específicos que impulsen la alfabetización digital con perspectiva de género, particularmente en el uso de criptoactivos. Esta ausencia normativa representa tanto un reto como una oportunidad para que actores públicos y privados colaboren en el diseño de políticas y programas educativos que promuevan una participación más equitativa en el ecosistema de activos digitales.
Oportunidades para stakeholders
El éxito inicial del ecosistema cripto se ha construido sobre una base de productos innovadores que han capturado eficazmente a los primeros adoptantes. Ahora, la siguiente gran fase de crecimiento reside en ampliar este alcance. Esto representa una oportunidad estratégica para potenciar los modelos de negocio actuales, complementando la oferta con productos y estrategias de comunicación que conecten de manera más directa y efectiva con la población femenina, un segmento de mercado con un enorme potencial sin explotar. Se trata de una evolución natural: pasar de una oferta de alto valor para un público específico a diseñar con intención soluciones que abran las puertas del ecosistema a una base de usuarias mucho más amplia.
Para materializar esta evolución, es necesario que los diferentes actores del ecosistema identifiquen líneas de acción concretas que permitan traducir este enfoque inclusivo en productos, servicios y estrategias de comunicación más alineados con las necesidades y expectativas de las usuarias:
● Desarrollar productos para la construcción de patrimonio: como se analizó en el artículo, las usuarias en México tienen un perfil de riesgo más conservador. Las FinTechs tienen la oportunidad de diseñar y promover productos de ahorro e inversión a largo plazo basados en activos más estables. El uso de stablecoins, por ejemplo, puede posicionarse no como una herramienta de trading, sino como una puerta de acceso a la dolarización digital para protegerse de la depreciación cambiaria.
● Comunicación segmentada y empática: la educación financiera debe ser relevante para la vida de las personas. Creación de contenidos específicos para diferentes perfiles: desde la joven profesional que busca iniciar un plan de ahorro, hasta la mujer en edad de retiro interesada en diversificar su patrimonio, un segmento con alta participación potencial.
Riesgos y desafíos:
Próximas tendencias a observar:
● Evolución de la participación femenina por grupos etarios.
● Desarrollo de programas de educación financiera con enfoque de género, diseñados por FinTechs para atender las necesidades de mujeres en diferentes etapas de su vida financiera.
● Medición del impacto de políticas públicas con enfoque de género.
CONCLUSIÓN Y PRÓXIMOS PASOS
La brecha de género del 74% frente al 26% en el ecosistema cripto mexicano no es una simple estadística; es el reflejo de una barrera compleja y multifactorial. Por lo tanto, el camino a seguir exige una acción coordinada por parte de la industria. Primero, requiere una revolución en la comunicación y la educación: una que se enfoque en construir confianza a largo plazo. Además, se deben diseñar productos y servicios que respondan a las necesidades, motivaciones y perfiles de riesgo de todas las personas usuarias. Estas no son solo acciones por la equidad; son imperativos de negocio para desbloquear la siguiente gran ola de crecimiento sostenible.
En este contexto, la Asociación FinTech México es una articuladora activa de este cambio. A través de la adopción de principios de empoderamiento internacionales, como los Women's Empowerment Principles (WEPs) de la ONU —que promueven la igualdad de género y el liderazgo femenino en el sector empresarial—, la creación de la Vicepresidencia de Género y la consolidación de alianzas estratégicas con las organizaciones más relevantes del sector financiero, se están sentando las bases para una transformación profunda. El compromiso es firme: trabajar de la mano con todas las empresas de la membresía de FinTech México para construir un ecosistema que no solo lidere en innovación tecnológica, sino que se convierta en un referente de un futuro financiero que sea, ante todo, genuinamente equitativo e incluyente.
RECURSOS ADICIONALES
Referencias:
● Reporte FinTech 2025 (Asociación FinTech México):
https://www.fintechmexico.org/reporte-fintech-2025
● Panorama Cripto en América Latina 2024 (Bitso):
https://blog.bitso.com/es-mx/bitso-panorama-cripto-america-latina-2024